La actuación comprende la reforma integral de dos edificios de oficinas existentes, la construcción de un nuevo edificio de conexión entre ambos y la urbanización de su entorno. El fuerte carácter industrial de la localización orienta los criterios de intervención y diseño, introduciendo nuevos valores de sostenibilidad, dimensión humana y conservación de su propio patrimonio. El nuevo carácter de la intervención trasciende su ámbito inicial, amabilizándolo y humanizándolo en todas sus dimensiones al tiempo que incorpora y convive con el paisaje forestal e industrial circundante.
La propuesta está basada en la sencillez de planteamiento, organización y composición, con espacios abiertos y flexibles. Definición consensuada y mediante un exhaustivo proceso participativo de todas las áreas y departamentos y usuarios del edificio con el equipo de arquitectos.
Se pretende con eso imprimirle a la edificación un carácter propio y acorde con la filosofía de trabajo de la empresa, que refleje y se adapte a su constante evolución.
Los nuevos recintos se construyen como un lugar común para trabajadores de la empresa y visitantes. Un espacio para el encuentro y la convivencia más allá del trabajo, que dota la sede de una imagen representativa más abierta y moderna y pone en valor el origen industrial, natural y material de la que procede FINSA.
En el nuevo edificio de conexión y acceso principal, se opta por una retícula estructural ordenadora del espacio, que conjuga la dimensión, la adecuación del programa de necesidades y la relación con el exterior y la luz natural; una planta libre de gran versatilidad.
El uso de la madera, los acabados claros y el aprovechamiento de la luz natural es generalizado y visible tanto en el nuevo edificio como en los reformados, lo que le da continuidad espacial a todo el conjunto y dota los interiores de la mayor luminosidad posible, una atmósfera serena y confortable.
La captación y control de la mayor iluminación natural posible fue uno de los factores clave en el diseño del proyecto. Recurso limitado y preciado en buena parte del año por la meteorología local que se intenta maximizar mediante lo diseño de los huecos de la fachada y de lucernarios en la cubierta, con la aportación complementaria autorregulada de la iluminación artificial.
La sencillez volumétrica se hace extensiva al propio diseño de las fachadas, que se proyectan con cierres de vidrio y celosías de protección solar, fijas en existentes y regulables en la conexión, donde la carpintería oculta potencia la sensación de «conexión» visual entre los dos edificios existentes, así como entre las visitas, el paisaje y el exterior del recinto, con el propio edificio y la fábrica.
La proporción y diseño de las protecciones solares exteriores es fruto del estudio paramétrico de la luz solar a través de los huecos del edificio. Permiten mantener esta aportación de luz natural todo el año garantizando las visuales exteriores del paisaje natural e industrial y la necesaria protección contra el sobrecalentamiento en los meses de verano.
Bajo los lucernarios de cubierta, se añaden unos grandes brise-soleis blancos que ayudan a la reflexión y difusión interior de la luz natural reflejada y además integran en su canto inferior tiras led de iluminación artificial autorregulables que permiten mantener el grado de luminosidad interior deseado.
Las cubiertas vegetales de todo el edificio únicamente se interrumpen en el punto central de la conexión, donde numerosos lucernarios contribuyen a mejorar la iluminación natural y la calidad de los espacios, introduciendo luz difusa abundante.
Funcionalmente, el edificio organiza las zonas de trabajo en distintas áreas de planta libre o abierta, articuladas o segmentadas puntualmente por núcleos de comunicación, cabinas de videoconferencia y salas de reuniones. En un extremo de la planta baja se sitúan las áreas más singulares con las dependencias del consejo y dirección de la empresa, así como el servicio médico. El edificio de acceso o de conexión no alberga puestos de trabajo ni #área departamentales. En la planta baja se sitúa el vestíbulo y un espacio polivalente a modo de «stand». La planta primera la protagoniza una gran «plaza» delimitada por diversas salas de reuniones como punto de encuentro de todas las áreas de oficinas.
La urbanización, actualmente en construcción, se resuelve de manera peatonal, como extensión del carácter interior de los espacios de trabajo, ajardinada con especies autóctonas como prolongación del paisaje natural y forestal circundante gallega.