Se trata de una vivienda certificada passivhaus de consumo energético casi nulo, desarrollada en planta baja, todos los espacios vivideros se orientan al sur para mejorar el soleamiento, las aperturas tienen un sistema de contraventanas practicables y un pequeño alero para protección solar, la fachada norte que da al vial de acceso es prácticamente cerrada por completo, se plantea un garaje –espacio polivalente abierto situado en la zona oeste de la parcela semienterrado y fuera de la envolvente energética. Por otra parte dentro de la envolvente hermética y súper aislada se sitúa la vivienda; con el salón- cocina en la parte sur –este proyectado con vistas hacia la villa y hacia la parcela, las habitaciones también abiertas al sur y al interior de la parcela se plantean como espacios polivalentes y transformables. La cubierta de ésta, ajardinada se proyecta como prolongación vegetal de la parcela, ayudando a integrarla mejor en el territorio. El proyecto a nivel conceptual podría definirse como un pequeño y amable contenedor de madera y vidrio, envuelto por otro contenedor blanco y vegetal incrustado en el terreno, como si fuera parte de éste.